En el medio de la hacienda y a la orilla del camino había una casita de tejas y paja, que estaba oculta entre los ceibos. Allí vivía Marta, una hermosa muchacha que todas las tardes esperaba que Lorenzo regresara de sus viajes al pueblo.
Éste quiso ir a Mérida con su mamá y con Marta, pero ella no podía porque su madre estaba enferma. Insistió a Lorenzo para que no viajara ya que no quería quedarse sola. Él dijo que tenía deberes qué cumplir.
El 26 de Marzo ocurrió el gran terremoto y en Mérida se derrumbaron muchos edificios. La gente pedía misericordia a Dios y aterrados, los sobrevivientes se agrupaban en las plazas. Marta se enteró de lo ocurrido y salió presurosa a Mérida.
Al llegar consiguió a la madre de Lorenzo con la mirada perdida desconsolada, sobre las ruinas bajo las cuales se encontraba el cuerpo de su hijo.
Según dicen, su pena fue tanta que al morir, resucitó como un espectro que tiene ojos diferentes de su forma original y su rostro, quedo sin expresión alguna. Por otro lado, todos los jueves santos se puede apreciar una joven solitaria corriendo por las calles de Mérida.
Bibliografía:
hola >:v
ResponderEliminarHola XD XD
ResponderEliminarHola gentuza :v
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